Casa de Montaña

Descripción general

Ubicada en una zona montañosa bordeada por altos cipresales, la Casa de Montaña se modula siguiendo el ritmo natural de los árboles. La arquitectura nace como un cubo intervenido, donde dos cuerpos se conectan mediante un puente. Ambos se articulan alrededor de una doble altura central que integra el paisaje al interior. La volumetría, con vigas horizontales en voladizo, acentúa la relación entre masa, luz y vacío.

La Casa de Montaña responde a un clima frío, lluvioso y ventoso con claridad espacial. Además, cuenta con ventilación cruzada controlada y mobiliario de madera que aporta calidez. El perímetro incluye terrazas techadas y un área de barbacoa, lo que favorece la vida al aire libre y la conexión con el entorno.

En este proyecto, la luz natural es protagonista. Atraviesa y modela los espacios, generando un diálogo constante entre lo abierto y lo íntimo. Asimismo, el blanco dominante celebra el paisaje y resalta los juegos de sombra que proyectan las pérgolas. Esto genera un equilibrio entre recogimiento y expansión.

Por otro lado, la implantación minimiza el impacto visual desde la calle. La topografía se aprovecha para orientar las vistas hacia los paisajes más atractivos. Así, la arquitectura no solo ofrece un refugio funcional y confortable, sino también un espacio contemplativo. En consecuencia, la Casa de Montaña se convierte en un ejemplo de integración arquitectónica con la naturaleza, combinando estética, funcionalidad y respeto por el entorno.